Ejemplos de hedonismo
El vocablo de origen griego hedonismo se utiliza para identificar a una doctrina de carácter filosófico para la cual el placer constituye la razón principal de vivir. Esta corriente, dicen los historiadores, surgió en la Antigua Grecia y adquirió relevancia a partir de la denominada escuela cirenaica (movimiento impulsado por Aristipo de Cirene en el cual el placer en todas sus variantes se relacionaba al concepto de bien) y del epicureismo (sistema que promueve apelar de manera inteligente al dolor y al placer para alcanzar una existencia feliz y perfecta).
En base a estas definiciones, es posible reconocer como hedonista a todo individuo que invierta su tiempo en el disfrute de algo (puede ser su bebida favorita, una comida, un hobby o una actividad recreativa) en vez de ocuparse de asuntos preocupantes o que demanden sacrificio. Puede calificarse de hedonista, por lo tanto, a un hombre que toda una noche se queda acompañado por una bella mujer y deleitándose al aire libre con el sabor de un buen vino sin que le importe nada más.
Como se advierte al profundizar los conocimientos sobre esta noción y al apreciar ejemplos concretos, el hedonismo anima a gozar, disfrutar y a privilegiar el placer por sobre todas las cosas, un mensaje que desde el punto de vista religioso no es apropiado ya que, de acuerdo a ciertas creencias, deja de lado la moral y propone vía libre para actuar sin necesidad de razonar o actuar con coherencia si el objetivo final es el hallazgo de placer.