Ejemplos de hidróxidos
Los hidróxidos son compuestos químicos que se forman por la unión de un elemento o un radical con el anión OH-, una característica que los distingue de los óxidos ya que en ellos no hay hidroxilos sino oxígeno.
Para describir a un hidróxido es necesario respetar la nomenclatura química que ordena primero al metal y después el ion de radical hidroxilo (el cual va entre paréntesis si su subíndice es superior a uno). Al mencionarlo, primero se pronuncia el término hidróxido, tal como ocurre en Ca (OH)2: hidróxido de calcio.
De analizar el aluminio, por ejemplo, se podrá advertir que su forma más estable en condiciones normales es como hidróxido de aluminio Al (OH)3. En cambio, si se desea averiguar la composición de la fórmula NaOH se podrá advertir que se trata del hidróxido de sodio (también llamado soda cáustica), el cual se utiliza en los procesos de fabricación de papel, detergentes, jabones, pinturas, explosivos y productos derivados del petróleo.
En el listado de hidróxidos, además de los mencionados líneas arriba, no pueden dejar de incluirse a LiOH (sólido blanco cristalino que se presenta bajo el nombre de hidróxido de litio), al hidróxido de estroncio (álcali cáustico que se obtiene a partir de una sal de estroncio y una base fuerte y que puede ser utilizado en el refinamiento del azúcar de remolacha y como estabilizador del plástico) y al hidróxido de magnesio Mg(OH)2, una sustancia que surge al mezclar agua con óxido de magnesio y que se utiliza como antiácido o como laxante, entre muchos otros ejemplos concretos de hidróxidos.