Ejemplos de imantación
La imantación, según se desprende de la teoría, surge como resultado del acto de imantar. Este verbo, en tanto, hace alusión al hecho de lograr que la propiedad magnética sea transmitida por un cuerpo.
Al buscar objetos, situaciones o fenómenos que nos ayuden a comprender de manera sencilla qué y cómo es la imantación, podemos proponer como ejemplo a la brújula, un instrumento útil para establecer la orientación o ubicación de alguien en la superficie terrestre que proporciona información al usuario de acuerdo a los giros sobre un eje de una aguja imantada que señala el norte magnético.
La creatividad, asimismo, ha permitido que, en los últimos años, la imantación sea aprovechada también en el desarrollo de un protector para evitar que las puertas de los coches resulten dañadas por roces con otros vehículos. Este producto está basado en imanes de alta potencia recubiertos en gamuza que se pueden ubicar en cualquier lugar del rodado a modo de barrera para evitar golpes y otros daños.
Cuando en una mezcla hay componentes que poseen propiedades magnéticas, por describir otra alternativa, es posible utilizar a la imantación como método para separar las distintas fases. Con un material que tenga un campo magnético es posible aislar los elementos metálicos, aunque hay que tener en cuenta que esta técnica no resulta útil con todos los sólidos. Sí, por ejemplo, se pueden extraer limaduras de hierro de una mezcla a base de arena.
También es interesante saber que hay quienes realizan en su hogar experimentos sencillos para hacer que la imantación, entre otros resultados, permita que un tornillo pueda extraerse al pegarse al destornillador.