Ejemplos de impuestos
Un impuesto es un tributo que, en función de la capacidad económica de quienes están obligados a abonar, se exige por derecho público sin necesidad de que por parte del acreedor tributario se ofrezca una contraprestación.
Tipos de impuestos hay muchos (directos, indirectos, revolucionarios, sobre el valor agregado, sobre la renta y de circulación, por citar algunos), pero para no ahondar en definiciones teóricas y brindar datos concretos al respecto, a continuación detallaremos distintos ejemplos que sirven para comprender de modo sencillo y preciso cuáles son, en la vida cotidiana, los impuestos que afrontan los ciudadanos en diversos rincones del mundo.
Un trabajador independiente, por ejemplo, tiene la obligación de abonarle al Estado una determinada suma de dinero en concepto de impuestos cuya tarifa varía en función de los ingresos obtenidos en cada periodo (ya sea de forma mensual o bimestral).
Asimismo, cualquier consumidor final que efectúa una compra suele abonar el denominado impuesto al valor agregado (IVA), un porcentaje que se suma al precio del servicio o producto adquirido. En la República Argentina, por mencionar una situación específica, el IVA alcanza el 21 por ciento.
Por otra parte, existe también el impuesto inmobiliario, una alicuota que se abona por poseer un inmueble y que consiste en un porcentaje que se aplica sobre el valor fiscal de la propiedad en cuestión. El impuesto sobre los automotores y los impuestos sobre los ingresos brutos son otras clases de obligaciones que exigen compromiso de pago por parte de los ciudadanos que, por sus pertenencias y hábitos, están obligados a realizar este tipo de aportes.