Ejemplos de impulsos
El mensaje electroquímico que se origina en el sistema nervioso central del ser humano y es transmitido por los nervios se define como impulso nervioso. Por otra parte, la variación de intensidad o tensión producida por circuitos electrónicos también se considera un impulso, pero en este caso de tipo eléctrico.
Como se advierte al leer el párrafo anterior, los impulsos son fuerzas que lleva un cuerpo en movimiento o crecimiento y son consecuencia de la acción y el efecto de impulsar.
Tomar impulso, asimismo, es una expresión que se utiliza por lo general cuando alguien corre para realizar un lanzamiento o un salto con el mayor ímpetu posible.
Más allá de los mencionados, hay otras clases de impulsos, tal como sucede con los impulsos específicos (aquellos que describen el periodo durante el cual un kilogramo de masa de propergol producirá un empuje de un kilogramo de fuerza) y los impulsos gravitatorios (maniobras que apuntan a utilizar la energía del campo gravitacional de un planeta o satélite para lograr la aceleración o frenado de la sonda).
Además, suele ocurrir que cualquier acción cotidiana esté guiada por un impulso espontáneo que anime a actuar sin pensar en las posibles consecuencias. Que un adolescente bese a una chica con la que lo unía una relación de amistad, que un hombre se resista a ser asaltado y reaccione con violencia, comprar un sillón sólo por su estética sin tener en cuenta si sus dimensiones se adaptan al espacio disponible en el hogar y golpear a alguien en el medio de una discusión son ejemplos concretos que demuestran cómo y en qué circunstancias se puede actuar por impulso.