Ejemplos de inconsciente
En la vida cotidiana aprovechamos la idea de inconsciente para describir diversas cuestiones y marcar procesos y rasgos psíquicos que, pese a condicionar la conducta, lo brotan en la conciencia.
Los expertos en Psicología, por ejemplo, definen como inconsciente colectivo al segmento del inconsciente que no se asocia a las propias experiencias o vivencias sino a las representaciones comunes y arquetipos del ser humano. El argentino, por indicar un caso a modo orientativo, en su inconsciente colectivo tiene muy arraigada la cultura del fútbol, vive los partidos con pasión y es competitivo, no acepta las derrotas porque siempre cree que tiene todo para ganar.
Un golpe, una caída o una sobredosis de drogas y/o alcohol, en tanto, pueden dejar inconsciente a un individuo. En ese estado, donde el sujeto no vuelve en sí y no reconoce a sus seres queridos ni mucho menos puede valerse por sí mismo, es fundamental la pronta atención médica para poder abordar el problema y tratar de solucionarlo.
También se gana el calificativo de inconsciente el hombre que conduce un coche a toda velocidad sin respetar las normas de tránsito (y que, además, muestra esta locura a través de Internet orgulloso de su “hazaña”) y la mujer que, para ir a bailar o a jugar al casino, deja solos y encerrados en el hogar a sus hijos de seis y dos años de edad. En ambos casos, son conductas repudiables que exponen a la gente (incluso, a su misma familia) a distintos peligros sin tomar en cuenta o minimizando la gravedad de sus actos.