Ejemplos de ingeniería genética
Para comprender la utilidad de estudiar y especializarse en Ingeniería Genética y entender qué se logra en la práctica dominando esta actividad, primero es fundamental conocer la teoría. De acuerdo a la definición, se trata de una tecnología que gira en torno a la manipulación y transferencia de ADN entre distintos organismos, promoviendo así el desarrollo de especies nuevas, la posibilidad de corregir eventuales defectos génicos, la experimentación para hallar la cura a ciertas enfermedades y la creación de múltiples compuestos.
La ingeniería genética, por detallar un caso puntual, le ha permitido a un grupo de científicos manipular un gen vinculado al formato de las alas de la llamada mosca de la fruta. Así lograron dar vida a una supermosca que tiene la particularidad de volar mejor y de manera más rápida comparada con las comunes. De igual modo, la ingeniería genética ha posibilitado que varios investigadores pudieran diseñar proteínas con la capacidad de unirse a precursores para anticuerpos que neutralizan el VIH y poder así generar una respuesta inmune frente al virus del sida.
Tampoco se puede dejar de mencionar que la aplicación de la ingeniería genética da origen a debates y realidades polémicas porque, por ejemplo, podría ser aprovechada para permitir que nazcan bebés perfectos en materia genética, manipulando genes y seleccionando los más adecuados en cada caso a fin de evitar malformaciones y defectos que deriven en patologías graves pero también provocando una especie de ser “a la carta” que cumple las características de perfección deseadas por médicos y padres.