Ejemplos de jerarquía
La idea de jerarquía permite hacer referencia a una escala que establece un cierto rango u orden de importancia respecto a seres, conceptos, objetos o lugares. Mediante una organización basada en las jerarquías de los elementos involucrados, es posible lograr una gradación que tiene en lo más alto al ser o cosa de mayor poder y, a medida que la clasificación desciende, aparecen los subordinados en orden descendente hasta llegar al lugar más simple de todos.
A juzgar por las aplicaciones de este término, es una palabra de muy amplio alcance. Si uno indaga en el universo eclesiástico, repara en la estructura de las empresas y posa su atención en el sector militar, por enumerar algunas posibilidades, no tardará en descubrir que en todas hay jerarquías.
Para dar más precisiones al respecto, describiremos realidades propias de distintos ámbitos con el propósito de ayudarlos a comprender de manera puntual qué se entiende por jerarquía.
– Las personas de fe que se reconocen como católicas saben que, en su religión, la máxima autoridad es el Papa, quien está al frente de una organización jerárquica que continúa con los arzobispos, los obispos y otros roles menos influyentes.
– En una compañía que puede pertenecer al sector textil, por otra parte, se reconoce al dueño como cabeza de la estructura y, a partir de ese lugar, se organizan primero el gerente, seguido por el o los responsables de cada área o departamento y, por último, los empleados de la firma que no tienen trabajadores a su cargo.
– En una institución educativa, asimismo, la jerarquía puede mostrar como eje principal a la directora (o director), seguido por quien ocupe el puesto de vicedirector y, en el nivel siguiente, los docentes a cargo de las diferentes áreas.