Ejemplos de juegos educativos
Todo juego busca ser entretenido e interesante para los participantes, pero no siempre las actividades lúdicas poseen las mismas características y finalidades. Un desafío grupal que exija esfuerzos físicos, por ejemplo, puede ser un juego recreativo considerado como deportivo, mientras que una actividad pensada para una sola persona que permita combatir el aburrimiento con naipes, por citar un elemento concreto, puede catalogarse de juego individual de mesa.
Además, a la hora de establecer diferencias entre las distintas clases de juegos existentes no se puede dejar de tener en cuenta que no siempre se dispone de espacio o se requieren herramientas concretas para jugar. Por esa razón, hoy en día existe una enorme variedad de juegos para conquistar a personas de todas las edades y satisfacer múltiples expectativas.
En un colegio, por ejemplo, es habitual que las maestras propongan a los alumnos juegos que combinen entretenimiento y educación. Algunos de esos pasatiempos pueden surgir por la creatividad del docente (quien, por ejemplo, puede dividir en grupos a los estudiantes para armar una competencia basada en adivinar qué palabras se esconden en una sopa de letras o deducirlas con pistas conceptuales), pero otros ya están predeterminados y contribuyen a ampliar los conocimientos o a aprovecharlos para conseguir un triunfo.
Si bien, a simple vista, se puede llegar a creer que los juegos educativos sólo se diseñan para niños en edad escolar para estimular el aprendizaje, existen propuestas que buscan potenciar los conocimientos de los adultos.
El Memorión que permite aprender conceptos básicos del idioma inglés, el Bokalak, el Cerebro Mágico, el CreaGenios, el tradicional ábaco, el sudoku y el Carrera de Mente son algunos juegos que pueden considerarse como educativos.