Ejemplos de leísmo
En gramática se define leísmo a la utilización de la forma ‘le’ o ‘les’ de él en el acusativo masculino singular o plural cuando el pronombre representa a individuos. En este contexto, se sustituye el pronombre personal lo o la por ‘le’ en la posición de complemento directo y en los verbos transitivos.
Este error sintáctico es apreciable con frecuencia en determinadas zonas geográficas del mundo de habla hispana, donde la gente suele utilizar las formas ‘le’ y ‘les’ de manera indiscriminada, es decir, para reemplazar como pronombre a un animal o cosa o a una figura femenina.
Para que esta definición resulte más sencilla de entender, veamos ejemplos prácticos de leísmo. A continuación, pues, citaremos diversas oraciones y entre paréntesis aclararemos la forma correcta de construirla.
“Limpié el vaso y le guardé en el armario” (al ser un objeto, lo correcto es incluir ‘lo’ en vez de ‘le’)
“Hallé el cuaderno y le tiré a la basura” (lo mismo que en el caso anterior)
“Rescató a la muchacha y le llevó a su hogar” (al ser una expresión basada en una mujer, el modo correcto es ‘la’).
“Sandra le ha llamado” (estructura convencional: Sandra lo ha llamado).
“Apareció un ratón y le atrapé” (formato correcto: “LO atrapé”)
“Redacté la carta y pedí que le llevaran al correo” (“LA llevaran”)
“¡Qué desmejorado está Mario! El otro día le vi en la calle y no le reconocí” (“Lo vi”, “Lo reconocí”)
“¿Viste qué lindo está este reloj? Le encontré ayer en el tren” (“Lo encontré”)