Ejemplos de llaves
La llave es un elemento muy común a nivel cotidiano. Esta palabra, como advertimos al prestar atención a las denominaciones de muchos instrumentos que nos permiten abrir y cerrar algo, está segmentada en numerosas categorías, algunas de las cuales vamos a detallar a continuación.
Así como necesitamos una llave especial para abrir y cerrar la puerta de nuestro hogar (cabe destacar que, además de la puerta de entrada, pueden tener llave las puertas de los diversos ambientes, como el baño o los dormitorios), también dependemos de la llave de contacto, para abrir y encender un coche. La llave de paso, por su parte, se localiza en baños y cocinas para permitir o impedir según su posición el paso de agua por la tubería. Para aflojar o ajustar tornillos, por describir otra alternativa, se emplea una herramienta conocida como llave de tuerca: si posee cabeza regulable, se presenta a este instrumento como llave inglesa.
Hay, además, llaves para cofres, llaves que permiten mantener la seguridad en un armario o placard y llaves para candados que aseguran bicicletas o cadenas sujetas a rejas, por enumerar otras posibilidades fáciles de identificar en la práctica.
Tampoco se puede dejar de tener presente a las llaves como signos gráficos de escritura, con uno de apertura orientado hacia la derecha y otro de cierre en dirección izquierda. Estos recursos suelen aprovecharse en esquemas o cuadros sinópticos para incluir múltiples términos en líneas distintas, así como son útiles además en Matemática para definir un conjunto y, en Informática, para tareas de programación.