Ejemplos de macromoléculas
Dentro del vocabulario habitual de los expertos en Química suele aparecer el concepto de macromolécula, una palabra que hace referencia a la presencia de una molécula de dimensiones considerables que, por lo general, posee un peso molecular alto. Cabe resaltar que estas estructuras, compuestas por una importante cantidad de átomos, pueden desarrollarse de manera natural o tener un origen artificial. Asimismo, de acuerdo a la ubicación de las moléculas involucradas, se las puede definir como lineales (en las cuales los monómeros se vinculan desde sus extremos) o ramificadas (si los monómeros se unen con otros en un mínimo de tres puntos).
Si bien el estudio y la manipulación de una macromolécula requieren conocimientos específicos, es posible aprender a reconocer distintos grupos de macromoléculas sin necesidad de profundizar al respecto o de investigar demasiado.
Con sólo leer este artículo y recordar, por ejemplo, que para crecer con normalidad y alcanzar un desarrollo óptimo, nuestro cuerpo necesita una determinada dosis de proteínas, ya podremos acercarnos a la idea de macromolécula debido a que, según los expertos, estas sustancias imprescindibles para la formación y el funcionamiento del organismo son macromoléculas constituidas por una o más series de aminoácidos.
También se considera una macromolécula al poliuretano, un producto que se logra al condensar bases hidroxílicas junto a disocianatos y que puede clasificarse, en función de sus particularidades, como termoplástico o termoestable. Éste integra el conjunto de los polímeros (en el cual aparecen también materiales como la silicona, el nylon, el policarbonato y el polietileno, entre otros), un grupo compuesto por macromoléculas que, en la mayor parte de los casos, son de origen orgánico.