Ejemplos de mejora continua
En todo proyecto, plan, actividad, para evolucionar y mostrar ganas de perfeccionar la propuesta hay que apelar al recurso de la mejora continua, un método que busca el avance y el progreso a partir de planificaciones, aplicaciones de ideas, retroalimentación, revisiones y autoevaluaciones para detectar tanto los puntos fuertes como eventuales rasgos débiles a fin de lograr la mejor calidad posible y garantizar un nivel óptimo de gestión. Claro que, para obtener y mantener los resultados, hay que transformar a las mejoras continuas en acciones sostenidas a lo largo del tiempo.
A fin de sacarle el máximo provecho a la posibilidad de la mejora continua hay que poner la creatividad al servicio del plan, preparar la mente y convencerse, por ejemplo, de que no hay límites a la hora de mejorar algo y que siempre es más conveniente trabajar en equipo.
En territorio español, por señalar una novedad, la empresa Global Lean ha presentado recientemente una solución tecnológica en dos modalidades: una herramienta para planificar y hacer seguimiento de proyectos bautizada como A3 de Seguimiento y otra denominada A3 Kaizen para diseñar, gestionar y poner en marcha acciones de mejora continua. Gracias a estas aplicaciones que pueden ser usadas en dispositivos móviles y ordenadores, en una compañía se puede tener información y un control en relación a los riesgos y beneficios económicos, la rentabilidad del negocio, las ganancias y los costos y, de este modo, fortalecer la estrategia corporativa y competitiva.
La firma Cleanity especializada en higiene industrial, por describir otro caso a modo de referencia, se basa en el modelo de gestión conocido como Lean Manufacturing para implementar en sus líneas de producción procesos de mejora continua. El objetivo es que cada empleado de la empresa aspire a conseguir la máxima productividad, calidad y seguridad en los productos a través de cuestionamientos diarios sobre cómo hacer para mejorar el desempeño tanto individual como corporativo, por ejemplo.