Ejemplos de montañas
Uno, en la vida cotidiana, puede aprovechar el concepto de montaña para mucho más que la descripción topográfica de un lugar elevado naturalmente. Toda acumulación, por lo tanto, puede merecer esta calificación.
Así sucede, por ejemplo, cuando se hace alusión a la cantidad de prendas que llegan a acumularse en una silla o sobre un sillón del interior de una vivienda. “Entré al dormitorio y encontré una montaña de ropa sucia”. Un nivel importante de desechos dejados en un descampado, por otra parte, pueden presentarse como “una montaña de basura”, así como un caudal considerable de billetes puede ganarse la denominación de “montaña de dinero”.
Distinto es el caso del juego llamado montaña rusa que cautiva a personas de todas las edades, donde una formación con varios carros se desplazan a gran velocidad por una estructura de rieles de formato variable. La denominada bicicleta de montaña, por su parte, es un vehículo ligero de dos ruedas, con combinaciones especiales de piñones y platos que hacen más sencillo el pedaleo por superficies repletas de obstáculos y elevaciones.
En materia de paisajes, por otra parte, el mundo nos sorprende con montañas de múltiples características. El monte Everest, por ejemplo, tiene la particularidad de destacarse como la montaña más alta de nuestro planeta, mientras que la Cordillera de los Andes es una cadena montañosa ubicada en América del Sur que atraviesa diversos países (una parte venezolana, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina y Chile) y que tiene al Aconcagua (situada en la provincia argentina de Mendoza) como a la montaña de mayor altura de la región.