Ejemplos de motricidad fina

18 diciembre, 2012

Motricidad, tal como señalamos días atrás en EjemplosDe.com.mx, es un vocablo relacionado a los movimientos que puede llevar a cabo tanto voluntaria como involuntariamente un ser vivo a lo largo de su existencia.

Hay, según los encargados de estudiar e identificar estas habilidades, diversas clases de motricidad, entre las cuales se pueden reconocer a la motricidad fina y a la denominada motricidad gruesa. En esta oportunidad, como se advierte al leer el título de este artículo, centraremos la información en la motricidad fina.

A diferencia de la gruesa, la motricidad fina exige coordinar partes óseas, nervios y grupos musculares para realizar pequeños movimientos de precisión. Claro que no todos los organismos logran un gran desarrollo de la motricidad fina ya que hay enfermedades, problemas y discapacidades que atentan contra la posibilidad de sincronizar las áreas del cuerpo para hacer un movimiento exacto y ordenado.

Lograr sujetar un alfiler situado en una mesa valiéndonos de sólo dos dedos de una de nuestras manos (que pueden ser, por ejemplo, el pulgar y el mayor); utilizar la tijera para recortar figuras concretas marcadas con líneas de puntos; dibujar líneas rectas; hacer una trenza; trabajar con plastilina, arcilla, barro o cualquier otro material para realizar una escultura; armar un puzzle (también conocido con el nombre de rompecabezas); abrochar y desabrochar una camisa o cinturón; completar un dibujo pegando pequeños materiales (como granos de arroz, brillantina o papel picado) sobre una hoja sin salirse de los márgenes y enhebrar una aguja son algunas de las numerosas actividades que requieren un desarrollo óptimo de la motricidad fina para poder concretarse de manera adecuada.