Ejemplos de novelas realistas
Para satisfacción de personas de diversas edades que disfrutan la lectura de novelas realistas, hay dentro de esta clase de propuestas literarias una gran cantidad de títulos para tener en cuenta, algunos de los cuales detallaremos a continuación a fin de poner a disposición de ustedes opciones que, tal vez, puedan llegar a interesarles.
En agosto de 1929, por indicar un ejemplo concreto, salió a la luz una novela realista creada por el novelista venezolano Rómulo Gallegos bautizada como “Doña Bárbara”, mientras que el español Miguel Delibes enriqueció a este género en 1973 a través de un material titulado “El príncipe destronado” (obra que más de una década después se tradujo al inglés). Mucho antes que ellos, el mexicano Carlos González Peña hizo su aporte al rubro mediante un relato denominado “La chiquilla”. El español Benito Pérez Galdós, en tanto, es el responsable de “Miau”, una novela de corte realista que apareció por primera vez en 1888.
De profundizar la búsqueda de novelas realistas, además de las mencionadas líneas arriba se encontrarán en el mercado (o en bibliotecas, según la antigüedad y particularidades de cada obra), ejemplares de “El hospital de la transfiguración” (del polaco Stanislaw Lem), “Palomita blanca” (del chileno Enrique Lafourcade), “Una casa con goteras” (relato que, en 1953, le hizo ganar el Premio Planeta al novelista y médico español Santiago Lorén) y de “Un juez rural” (del arquitecto, pintor y autor chileno Pedro Prado), por agregar otras posibilidades que permiten apreciar qué y cómo es, en la práctica, una novela realista.