Ejemplos de números romanos
El análisis visual de los números romanos parece contradecir el significado clásico del número ya que en ellos no se observan los símbolos clásicos que dan idea de cantidad, sino letras mayúsculas.
Este sistema numérico nació en la Antigua Roma y, a partir de entonces, se popularizó a nivel mundial. Hoy en día, esta clase de cifras aún se aprende y se utiliza en el ámbito escolar, así como para mencionar en algún texto un determinado siglo de acuerdo a las equivalencias entre los símbolos romanos y el sistema decimal.
Gracias a esta numeración, letras como la I, la V y la D dejaron de ser sólo componentes del alfabeto para convertirse en signos imprescindibles del ámbito matemático.
Para empezar a trabajar con los números romanos, conviene saber que I equivale a 1 (uno), que V representa al 5 (cinco), X al 10 (diez), L al 50 (cincuenta), C al 100 (cien), D al 500 (quinientos) y M al 1000 (mil). Si uno quiere convertir la cifra 12 al sistema romano, pues, deberá escribir XII, así como VI deberá ser interpretado como 6.
Por otra parte, es interesante recordar que existe un máximo de tres símbolos iguales para ubicar consecutivos a la hora de mencionar una cantidad. Para evitar superar esa marca, en ocasiones se debe realizar una combinación de símbolos, por ejemplo: como el número cuatro exigiría un total de más de tres I, para representarlo se toma como base al cinco (V) y se le resta uno, es decir, el 4 quedaría como IV.
Del mismo modo, 99 se convertiría en XCIX y 39, en XXXIX.