Ejemplos de observaciones
La observación, dice la Real Academia Española (RAE), refiere a la acción y al efecto de observar, es decir, de examinar con atención y advertir la presencia o existencia de algo o alguien.
Esta actividad que cualquier ser humano está en condiciones de desarrollar sirve para cualquier ámbito, pero es especialmente importante para el método científico ya que las hipótesis surgen tras la observación de algún fenómeno.
El concepto, por el sentido que se le atribuye, ha motivado a lo largo de los años el surgimiento de frases como “observación de aves”, “pacientes en observación” y “puntos de observación”.
En la vida cotidiana, el término se utiliza para mencionar que a un niño la maestra le ha hecho un llamado de atención por alguna conducta inapropiada (“A Juan Cruz le pusieron una observación en el cuaderno por agredir a un compañero”), para describir a un empleado que está supervisado para determinar si desempeña o no sus tareas como corresponde (“A César, antes de nombrarlo efectivo, lo sometieron a un exhaustivo periodo de observación”) y para dar a conocer la condición de un enfermo que, por lo general, queda internado en un nosocomio por precaución (“Mi abuela quedó en observación para ver cómo responde en las próximas horas”).
Más allá de estas situaciones, se pueden dar casos de observaciones del cielo (base de la astronomía, aunque cualquier individuo puede apreciar, por ejemplo, la Luna o las constelaciones sin necesidad de contar con instrumentos astronómicos) y observaciones del campo editorial ya que es habitual que en distintas publicaciones (manuales, textos científicos, etc.) se realicen aclaraciones sobre determinados asuntos para especificar, por ejemplo, las fuentes consultadas o explicar un cierto concepto.