Ejemplos de omnisciente
Se dice que una persona o un ser es omnisciente cuando tiene conocimiento de todo lo que ocurre en todos los planos a todo momento y se destaca, por lo tanto, por su gran sabiduría. El concepto, señala el diccionario de la Real Academia Española (RAE), está compuesto por dos vocablos en latín: omnis (traducido al español como ‘todo’) y sciens (‘que sabe’).
Cabe resaltar que el cristianismo y otras religiones aprovechan esta noción para mencionarla como un atributo de Dios o del Ser Supremo, una entidad todopoderosa que conoce y ve todo lo que ocurre en la Tierra.
Según el grado de conocimiento que se obtenga y qué particularidades se consigan a nivel sabiduría, se puede hablar de una omnisciencia total (cuando se descubre todo lo que puede ser realizado, ya sea en el plano concreto como en materia potencial) o de una omnisciencia inherente (si se conoce todo lo que es posible y se quiere).
En el plano literario, por otra parte, es frecuente la aparición de narradores omniscientes en la estructura de cuentos y/o novelas. Por lo general, se trata de un recurso que se desarrolla en tercera persona y que tiene la particularidad de convertir al encargado de contar una historia en un ser capaz de contar de manera simultánea diferentes situaciones, además de saber qué piensa, siente o pretende cada personaje. Estas capacidades relacionadas al conocimiento (ya sea de manera total o parcial) que le atribuye el creador del relato diferencian al narrador omnisciente del narrador protagonista y del narrador observador.