Ejemplos de onomatopeyas
Se define como onomatopeya al vocablo o grupo de palabras que intenta imitar el sonido de aquello que describe. En algunas ocasiones, además, el concepto se utiliza para describir fenómenos visuales, como ocurre en el caso de “zigzag”.
Las onomatopeyas son utilizadas en numerosas circunstancias (ya sea en diálogos de la vida cotidiana como en la literatura y las historietas gráficas), pero son de gran ayuda en especial cuando se busca reproducir los sonidos emitidos por los animales. Gracias a ellas, pues, en español se puede decir que al gato le corresponde la onomatopeya “miau”, así como a las aves les corresponde el “pío”, a los cerdos el “oink” y, a las vacas, el “muu”. Asimismo, se dice que el sonido característico de los patos es el “cuac”, mientras que los ladridos de los perros son imitados con la palabra “guau”.
Para generar efectos de sonido es usual, por otra parte, apelar a onomatopeyas como “bum”, “pam”, “bing” o “crac” cuando se busca crear sensaciones e ideas referidas a disparos de armas de fuego, caídas, golpes o roturas de objetos. En este contexto también hay lugar para palabras como “chuik” (para imitar el ruido de un beso), “buuh” (para representar algo fantasmal), “click” (para hacer referencia al mouse o ratón de los ordenadores), “zzz” (para indicar sueño), “clap clap” (para representar aplausos), “atchís” (para reflejar un estornudo), “cof cof” (para imitar el ruido de la tos) y “tic-tac” (para imitar el sonido de un reloj), entre muchas otras que están incluídas en el grupo de las onomatopeyas.