Ejemplos de operaciones con fracciones
En el ámbito matemático, como sabrán muchos de ustedes, se trabaja con diversos tipos de números, entre los cuales aparecen los números quebrados (más conocidos como fracciones o números fraccionarios).
Este grupo compuesto por cifras que se expresan como una cantidad que se divide por otra cantidad se forma con numeradores y denominadores separados por una línea o barra.
Tal como ya hemos mencionado en ocasiones anteriores, hay fracciones mixtas (compuestas por fracciones propias y un número entero); fracciones propias (fáciles de identificar porque el valor del denominador supera al del numerador); fracciones impropias (opuestas a las propias porque es el numerador el que supera en cantidad al denominador) y fracciones reducibles (aquellas que pueden ser simplificadas porque los números involucrados en la fracción no son primos), entre muchas otras.
Claro que las fracciones no sólo se utilizan para expresar una cantidad: también es posible utilizarlas para realizar cálculos, pero trabajar con ellas tiene sus particularidades. Las operaciones con fracciones como la suma y la resta, por ejemplo, exigen prestar atención a los denominadores ya que si tienen el mismo denominador se procede a trabajar con los numeradores (sumándolos o restándolos, según el caso), mientras que se respeta la cantidad expresada en la parte inferior. Para hacer más sencilla la teoría, analicemos los siguientes ejemplos:
6/4 + 2/4 = 8/4 = 2
2/5 + 13/5 = 15/5 = 3
12/2 – 6/2 = 6/2 = 3
50/10 – 30/10 = 20/10 = 2
En cambio, si los denominadores son distintos, antes de concretar la operación es imprescindible utilizar el mínimo común múltiplo para que ambas fracciones queden igualadas bajo un único denominador.