Ejemplos de oportunidades de una empresa
Cuando alguien funda una empresa, comienza un proceso de organización, consolidación y expansión que tiene como fin asentarse en el mercado, conseguir, mantener y multiplicar clientes y, a través de ello, concretar los fines económicos o comerciales que persiguen los responsables de la firma.
En este marco, aparecen fortalezas y debilidades para reconocer y trabajar, así como también surgen responsabilidades que asumir. Con todo este conjunto de cuestiones, para satisfacción de quienes impulsan el negocio, asoman oportunidades que, de ser aprovechadas, pueden cambiar el rumbo del emprendimiento y mejorar en gran parte su posición en el mercado.
Entre las oportunidades que pueden aflorar se pueden mencionar asuntos referidos a la infraestructura (una oferta inmobiliaria para acceder a inmuebles contiguos a la fábrica o local para ampliar las instalaciones, la chance de adquirir maquinaria moderna para facilitar y agilizar la producción), a la situación fiscal (poder instalarse en una zona franca donde no se paguen impuestos, cancelar deudas con cierta clase de beneficios, acceder a créditos con facilidades) y al comercio en sí mismo (establecer una alianza estratégica, ampliar los horizontes de mercado al expandir las zonas de influencia), por citar algunos.
Más allá de las cuestiones mencionadas, en una empresa también pueden surgir a diario oportunidades como las de contratar a aquel empleado de la competencia que siempre se quiso tener, las de conseguir materia prima a menor costo y hasta propuestas ambiciosas que, de saber manejarlas y modificarlas a favor de uno, pueden derivar en la compra de otra compañía o en ganancias a largo plazo.