Ejemplos de organismos transgénicos
Cuando un ser vivo es manipulado a nivel genético por expertos que, en el marco de un laboratorio, realizan experimentaciones con ejemplares de diversas especies y hacen pruebas intercambiando materiales hereditarios de distintos organismos, el resultado es un nuevo ser que se define como transgénico.
A partir de las técnicas de modificación genética es posible el surgimiento de plantas transgénicas (con fines de alimentación humana, por citar una posibilidad concreta que, pese a estar sujeta a controversias y análisis mundiales, impulsa los esfuerzos de los especialistas para conseguir buenos resultados que no supongan riesgos para la salud del hombre), de microorganismos transgénicos (para conseguir en poco tiempo, por ejemplo, un elevado número de bacterias capaces de producir sustancias útiles para el tratamiento de enfermedades) y de animales transgénicos.
Sobre esta última alternativa mencionada, es necesario tener en cuenta que no toda la humanidad está de acuerdo con la idea de manipular genes para dar un origen artificial a ciertos ejemplares. Quienes sí respaldan estas prácticas consideran que se trata de una opción interesante para mejorar la calidad de vida humana (al permitir hacer pruebas inmunológicas y así crear medicamentos más efectivos) y para eliminar ciertos factores que predisponen a que los ejemplares nazcan con anomalías, por dar algunas razones.
En el último tiempo, por ejemplo, se modificaron genéticamente algunos mosquitos con el propósito de aprovechar a estos flamantes organismos transgénicos para realizar ensayos focalizados en la idea de erradicar a la especie Aedes Aegypti, la cual puede transmitir el dengue y otras enfermedades.