Ejemplos de ornamentales
La idea de ornamental refiere a todo aquello que se relaciona con la decoración o sirve para ornamentar, es decir, para adornar una cosa o ambiente. Por esa razón, este vocablo se emplea con frecuencia como adjetivo en numerosos contextos. Ejemplos: “La diseñadora presentó su nueva colección de platos ornamentales”, “Llenó su jardín con plantas y macetas ornamentales”, “Ese muchacho colecciona botellas ornamentales de todos los países”.
Hay, por citar un ejemplo, plantas que se consideran ornamentales por su apariencia vistosa, la fragancia que despiden y su capacidad para embellecer un lugar. La dalia, los gladiolos, el irupé y la pasionaria son algunas de las plantas que se definen como ornamentales.
Cabe resaltar también que existen peces que se crían con el propósito de armar una pecera atractiva y colorida. Entre los seres acuáticos que cumplen una función ornamental se pueden citar a las carpas doradas, a los peces koi, a los guppy (o pez millón) y al tiburón plata, aunque el listado es mucho más largo que el presentado en esta oportunidad a modo de referencia.
Asimismo, hay aves como el faisán y el pavo real que, por su aspecto, se consideran ornamentales, pero es importante tener en cuenta que no todo lo que puede ser definido como ornamental tiene vida.
Las tipografías, los azulejos, las maderas, las luces, las estatuas y cualquier otro objeto (que puede ser de hierro, bronce, aluminio o de otros materiales) pensado para decorar y mejorar la apariencia de un lugar pueden ser presentados como ornamentales.