Ejemplos de ovíparos
Los animales que depositan huevos en un medio externo para reproducirse pertenecen al grupo de los ovíparos. Según los expertos en Zoología, son muchas las especies que forman parte de este conjunto, aunque no todas las hembras ponen la misma cantidad de huevos por temporada.
Son ovíparos, por ejemplo, el pingüino, la tortuga y los cocodrilos. Los primeros poseen nidos sencillos y resguardan allí a los huevos (que suelen ser entre uno y dos de color claro) durante el tiempo de incubación (un periodo que oscila de acuerdo a la especie entre los 33 y los 62 días). Por su parte, las tortugas excavan nidos en la tierra a fin de conseguir calor de la irradiación solar para que los huevos se mantengan protegidos y en condiciones cálidas hasta el momento de la eclosión, mientras que los cocodrilos aprovechan palos y ramas para acondicionar una superficie como nido pero, aún así, los huevos permanecen enterrados.
También son ovíparas las gallinas, hembras que entre primavera y verano ponen varios huevos a los que les dan calor desde diferentes posiciones hasta el momento de la rotura del cascarón.
Otros de los animales que se consideran ovíparos son los avestruces (cuyos huevos son los más grandes de todos los de las aves y son incubados de día por la hembra y de moche por el macho durante un lapso de entre 39 y 42 jornadas) y los patos colorados (ave endémica de América que pone entre nueve y diez huevos en zonas de vegetación baja y los incuba por alrededor de 24 días).