Ejemplos de óxidos
Un óxido es un compuesto binario que surge al combinar oxígeno con un metal o metaloide, aunque las composiciones y sus respectivas propiedades varían ya que son múltiples las posibilidades de formar óxidos. Según describen los expertos en la materia, los óxidos pueden hallarse en estado sólido a temperatura ambiente, otros en estado líquido y hasta hay casos de óxidos en estado gaseoso.
En función de sus características, se los puede dividir en óxidos binarios y óxidos mixtos, así como también en básicos, ácidos y anfóteros.
Si bien son muchos los elementos que se pueden citar como ejemplos de óxido, a continuación describiremos varios casos para ofrecer ideas concretas acerca de estas composiciones.
El óxido de cobre (también conocido como óxido cúprico), por ejemplo, es el que presenta mayor número de oxidación en relación al cobre. Se trata de un óxido básico que se disuelve en ácidos minerales, que puede ser reducido a cobre metálico por medio de hidrógeno o monóxido de carbono, que se utiliza como pigmento en cerámica y que, como mineral, se presenta bajo el nombre de tenorita.
El óxido de fósforo, por su parte, es un compuesto químico muy corrosivo e higroscópico que se destina a la síntesis orgánica y al desecado de gases, mientras que el óxido de zinc se halla en estado natural en la cincita.
Otros óxidos: óxido de níquel, óxido de plata, óxido de titanio, óxido de calcio, óxido de hierro, óxido de mercurio, óxido de itrio, óxido de tributilestaño y óxido de silicio.