Ejemplos de paisajes naturales
El ser humano, a lo largo de la Historia, ha creado un sinfín de paisajes artificiales capaces de deleitar la vista y sorprender por su belleza, utilidad o fastuosidad, pero nada supera ni se compara con la perfección de los paisajes naturales, es decir, de los espacios que el hombre no ha modificado y que surgieron, perduran o se transforman por acción de la naturaleza.
Los paisajes naturales, en la práctica, son aquellos que no están habitados por la humanidad ni exhiben edificaciones o instalaciones que limitan o condicionan el desarrollo natural de la fauna y la flora. Así sucede, por ejemplo, con ciertas selvas tropicales, las áreas polares y las regiones de alta montaña que no son hogar del ser humano. Aquellos rincones próximos al océano sin intervención humana reciben la denominación de paisajes naturales costeros, mientras que los que están más alejados del mar y conservan su esencia natural se catalogan como paisajes naturales de interior.
De analizar los tesoros geográficos del territorio cubano, por proponer un lugar a modo de referencia, se podrá encontrar el paisaje natural conocido como Valle de Yumurí, el cual se localiza en la provincia de Matanzas y abarca casi diez mil hectáreas.
En un valle montañoso comprendido dentro de la Cordillera Central de los Andes Colombianos, por detallar otra alternativa como ejemplo a tener en cuenta, se ubica un paisaje natural bautizado como Valle de Cocora, donde se ha creado un santuario natural para preservar a la palma de cera del Quindío, adoptada como árbol nacional de Colombia.