Ejemplos de plebiscito
La idea de plebiscito (palabra que se origina en el latín plebiscītum) refiere a las resoluciones que se logran a partir de una votación que permite que una comunidad manifieste su voluntad. Asimismo, según se advierte al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el concepto identifica a la consulta de carácter popular que un poder público realiza para que los ciudadanos, de manera directa, aprueben o rechacen con su voto una propuesta relacionada a temáticas de influencia social.
En la práctica, el procedimiento consiste en realizar una convocatoria formal para que el pueblo vote por SÍ o por NO (de acuerdo a los deseos y criterios individuales) la puesta en marcha de una iniciativa impulsada por sus representantes. Por cómo se implementa, quiénes intervienen y la influencia que posee esta herramienta, puede decirse que el plebiscito (que, a su vez, puede desarrollarse bajo la modalidad vinculante o funcionar únicamente como un medio de consulta para los encargados de gobernar) es un recurso de democracia semi-directa.
Se puede realizar un plebiscito, por ejemplo, ante la posibilidad de que una compañía extranjera se instale en la región para realizar perforaciones del terreno en busca de petróleo. Si bien esa apuesta comercial podría llegar a potenciar la economía de la zona, la actividad de la empresa provocaría daños a escala medioambiental, razón por la cual las autoridades locales deberían darle espacio a los vecinos por medio de un plebiscito para que todos accedan a la posibilidad de dar a conocer su opinión al respecto.