Ejemplos de poleas
El mecanismo de polea se utiliza en numerosos ámbitos para hacer funcionar una gran cantidad de objetos y artefactos. Estos sistemas están presentes, por señalar algunas posibilidades, en el asta donde se izan las banderas, en elevadores o ascensores, aerosillas y automóviles (en este último caso, hay que hacer foco en la llamada polea de cigüeñal). También en los pozos para la extracción de agua suele instalarse una polea que permite el descenso y el ascenso del balde o recipiente en el cual se recoge el líquido.
Asimismo, es interesante tener en cuenta que las poleas son fundamentales para la tirolesa, tal como se define al sistema que a menudo se aprovecha como deporte extremo o entretenimiento para que gente de distintas edades se traslade por aire entre dos puntos de un territorio, que pueden ser parte de una montaña, un parque temático, una selva, etc.
Al profundizar nuestros conocimientos sobre este tema descubrimos la existencia de múltiples clases de poleas, cada una con particularidades y aplicaciones específicas. Las poleas simples, por describir una de las categorías, se caracteriza por funcionar de manera independiente, mientras que aquella que no cambia de lugar y tiene resistencia en uno de los extremos de la cuerda se define como polea fija. Por el contrario, la polea movible sí varía de sitio al bajar y subir y encuentra resistencia en la armadura del mecanismo, donde un extremo de la cuerda se asegura a un punto fijo. La polea combinada, en tanto, integra un sistema de poleas.