Ejemplos de programación
El acto y la consecuencia de programar algo dan como resultado una programación.
Esta palabra, como se deduce de la vida cotidiana, tiene numerosas aplicaciones prácticas, en especial a nivel cultural y en el ámbito de la Informática.
Los organizadores de un evento (ya sea un festival artístico, una feria del libro, un congreso internacional, etc) pueden difundir la programación para informar días y horarios de cada actividad prevista. La acreditación, por ejemplo, puede llevarse a cabo el lunes entre las 9 y las 10 de la mañana, para luego dar paso a las palabras de bienvenida para inaugurar oficialmente el acontecimiento. Charlas con figuras de renombre mundial, concursos, seminarios, shows, talleres, conferencias y degustaciones, por proponer algunas alternativas comunes, pueden ser parte de la programación.
Un canal de televisión, en tanto, puede organizar y comunicar su programación mes a mes, sorprendiendo a los espectadores con novedades en cada periodo. Así, entonces, puede publicitar durante un fin de mes que a partir de los días siguientes las mañanas ofrecerán dibujos animados para los más pequeños, un magazine de interés general y una serie clásica para satisfacer a los nostálgicos, mientras que para los mediodías se reservará un noticiero, seguido por un programa de chimentos. A la tarde, la oferta se enriquecerá con una novela extranjera, un ciclo de entretenimiento para el público juvenil, una sitcom para toda la familia y, tras la caída del sol, llegará el noticiero central. Antes de que la jornada llegue a su fin, una comedia apta para todo público, una película y un programa deportivo ganarán espacio en la programación de ese mes.