Ejemplos de programas
Para comprobar el amplio y diverso alcance del concepto de programa es suficiente con prestar atención a las numerosas aplicaciones que este término tiene en la vida cotidiana.
El programa de un evento, por señalar un caso específico, describe con días, horarios y lugares las actividades que se llevarán a cabo como parte del acontecimiento. En el marco de una Feria del Libro, por describir una alternativa a modo de referencia, se puede difundir un programa que indique que en la jornada inaugural habrá una mesa redonda, una presentación editorial y una firma de ejemplares, así como también detallará cuándo y dónde se harán los recitales poéticos, las conferencias, los talleres literarios, las jornadas de lectura y las sesiones de cuentacuentos, por ejemplo.
Un programa, asimismo, puede ser un plan. En este sentido, es posible indicar como un bello plan familiar salir al cine o al teatro y concluir el paseo con una cena en familia.
También en la radio y la televisión hay programas que cautivan a diferentes tipos de público. Hay programas educativos, programas de espectáculos (también conocidos como de chimentos o chismes), programas de entretenimientos, programas culturales, programas deportivos, etc.
Cada Estado, por otra parte, impulsa (o debería llevar adelante) múltiples programas para el bienestar y la integración de la comunidad: por eso existen los programas de rehabilitación para adictos, los programas de desarme voluntario, los programas de créditos hipotecarios y los programas de capacitación laboral, por enumerar algunos.
Tampoco se puede dejar de tener presente la existencia de los programas electorales y de los programas informáticos, por agregar más opciones.