Ejemplos de proyectos sociales
Un proyecto social, a diferencia de los planes personales, tiene la particularidad de buscar un beneficio para la comunidad y tener, por lo tanto, un alcance y una dimensión de mayor amplitud.
Los proyectos de carácter social suelen ser impulsados por los gobernantes pero también por instituciones benéficas, ONG y corporaciones que desean evidenciar un perfil comprometido con la realidad social.
Entre las cuestiones más abordadas al diseñar e implementar un proyecto social aparecen el tema del acceso a la salud y a la educación, además del punto del acceso a la vivienda y al empleo estable.
Un municipio, por ejemplo, puede poner en marcha un proyecto social basado en la solidaridad que, valiéndose de voluntarios y donaciones de alimentos no perecederos (más un financiamiento estatal y el desarrollo de un programa nutricional controlado por especialistas), garantice al menos una comida diaria para los vecinos de bajos recursos, sin distinción de género ni edad. De este modo, se fortalece el valor de ayudar al prójimo y, al aliviar la situación de las familias que no tienen para comer, se minimizan las chances de personas con desnutrición.
Una organización sin fines de lucro, por su parte, puede armar y realizar su propio proyecto social focalizado en la contención y la inclusión social de niños y jóvenes. Para conseguir sus propósitos, pueden recorrer barrios carenciados enseñando artes circenses o deportes para entusiasmar a los chicos, mantenerlos entretenidos, motivarlos con actividades que los vinculen con el arte y la vida sana, promover en ellos el interés por aprender, potenciar sus habilidades y demostrarles que, a partir de esas disciplinas, pueden llegar a generar una fuente de dinero propia.