Ejemplos de pseudociencia
A menudo encontramos disciplinas que, pese a definirse como científicas, carecen del respaldo de una ciencia, no se amparan en el método científico para desarrollar sus teorías o no pueden ser comprobadas de manera confiable ni rigurosa: se trata, de acuerdo a la definición que recibe, de las pseudociencias.
Aquellos que, a lo largo de la Historia, han trabajado para diferenciar a las ciencias auténticas de las que se plantean como tales pero no lo son (y por ello son calificadas como pseudociencias), señalan que existen múltiples características que dejan en evidencia a las pseudociencias. Según los expertos, toda disciplina puede ser encuadrada como una pseudociencia cuando no se interrelaciona con alguna ciencia y resulta inconsistente en su planteo; no apela a métodos propios de las ciencias legítimas; tienen carácter dogmático (es decir, no dan lugar a objeciones); son inalterables (no varían con el paso del tiempo) y no persiguen leyes de alcance general, por citar algunos detalles.
La astrología, la quiromancia, el espiritismo, la ufología y la numerología son apenas una parte del numeroso conjunto que, a nivel mundial, nuclea a las prácticas, propuestas, metodologías, creencias y filosofías que, por su origen, desarrollo y presentación, merecen la calificación de pseudociencias. Por citar un caso concreto: la ufología es un campo que defiende la idea de la existencia de vida extraterrestre, con quienes relaciona la aparición y avistaje de objetos voladores no identificados (OVNI). Quienes se especializan en esta materia se presentan como científicos y dicen manejar evidencias que la ciencia tradicional no acepta.