Ejemplos de publicidad subliminal
Se dice que una publicidad es subliminal cuando el contenido del mensaje encierra información que no se interpreta de manera consciente por no superar el umbral de la conciencia. Estas propuestas, que pueden ser visuales o audiovisuales, suelen aparecer en medios de comunicación masivos para estimular de forma indirecta a los consumidores mediante recursos ingeniosos que engloban mensajes ocultos o disimulados.
A veces, por cuestiones de Marketing y para lograr captar la atención de gran parte de la población, se apela a publicidades subliminales en las cuales se observan referencias de carácter sexual. Hubo marcas a lo largo de la Historia que, por ejemplo, recrearon con botellas invertidas la apariencia del cuerpo de un hombre visto de espalda o imitaron la figura de una lengua con el contenido de un frasco de ketchup.
A juzgar por la realidad, muchas de las publicidades que se consideran subliminales han generado fuertes polémicas y hasta obligaron a los directivos de ciertas empresas o responsables de productos a dar explicaciones negando, por ejemplo, que sus contenidos publicitarios hagan alusión a encuentros íntimos o inciten prácticas inapropiadas o a tener conductas violentas. Además, numerosos expertos en Psicología y especialistas en Publicidad han tratado de demostrar que, en verdad, no es posible generar mensajes subliminales por medio de un anuncio publicitario, algo que fue refutado en incontables ocasiones por investigadores que han demostrado que, de armarse con precisión, elegirse un contenido complejo y difundirse en los formatos adecuados, los avisos publicitarios sí pueden ser efectivos en materia subliminal.