Ejemplos de puente de hidrógeno
Es probable que, en algún momento de tu vida académica, hayas leído o escuchado el concepto de ‘puente de hidrógeno’ sin llegar a comprender el sentido de esa expresión. Si bien es necesario contar con estudios avanzados en Química para poder entender por completo esta noción y realizar experimentos en base a esta clase de enlaces, tal vez la información y los casos de referencia que incluiremos en este artículo te sirvan de guía.
De acuerdo a la teoría, un puente de hidrógeno se logra a partir de la constitución de una fuerza dipolo-dipolo en la cual interviene un átomo de hidrógeno junto a otro átomo que puede ser de flúor, oxígeno o nitrógeno. Este enlace se produce por la fuerza de atracción que surge entre un átomo electronegativo y un átomo de hidrógeno que se encuentra unido de manera covalente a otro de características electronegativas.
Al analizar estas series formadas a partir de uniones de átomos se puede entender, por ejemplo, por qué el agua tiene un punto de ebullición elevado (la explicación a esto se encuentra en la fortaleza del enlace intermolecular de hidrógeno, ya que cada molécula reúne una cantidad considerable de estos enlaces de gran resistencia) y conocer mejor la conformación y apariencia tanto de ácidos nucleicos como de proteínas.
Otras cuestiones asociadas a los puentes de hidrógeno: el alto nivel de solubilidad que tienen ciertos compuestos (como ocurre con el amoníaco, por citar una referencia en particular) en el agua, la densidad menor del hielo respecto al agua en estado líquido, el surgimiento de dímeros en los ácidos carboxílicos, etc.