Ejemplos de punto y aparte
Así como varias oraciones separadas por un punto seguido conforman un párrafo, éste se diferencia del resto de los fragmentos de un texto para dar comienzo a otro párrafo cuando se incluye un punto y aparte.
Este signo ortográfico se basa en un punto que pone fin a un enunciado después del cual queda espacio en blanco y la oración siguiente comienza en la línea siguiente, con mayúscula inicial en la primera palabra.
En este mismo artículo, más allá de las explicaciones que apuntan a describir qué y cómo es el punto y aparte, se hace uso de este recurso que separa ideas, pero para que resulte más sencillo comprender la aplicación del punto y aparte, a continuación vamos a incluir diversos párrafos separados por este signo en cuestión.
“Por más que ella se empeñaba en querer detener el tiempo, las agujas del reloj avanzaban sin prisa pero sin pausa. Cuando llegó el momento de partir, la joven tomó sus maletas, se despidió de todos sus familiares y subió al automóvil que la llevaría al aeropuerto.
El asiento que se le había asignado era cómodo, aunque no le permitía contemplar el paisaje a través de la ventanilla. Para otra oportunidad quedarían, por lo tanto, las fotografías del despegue y del aterrizaje.
Mientras el resto de los pasajeros se ubicaba en el avión, Romina repasó mentalmente todo lo vivido hasta ese instante y resolvió dejarlo atrás para poder ir en busca de un futuro mejor.”
“La tormenta lo sorprendió en plena calle, sin darle tiempo a refugiarse bajo techo.
A la mañana, cuando salió de su hogar rumbo a la oficina, nada hacía suponer que a la tarde el sol quedaría escondido por nubes negras. Tampoco había indicios de que la temperatura bajaría drásticamente.
Sin paraguas ni abrigo, Aníbal decidió volver a su casa en taxi, pero todos los transeúntes habían tomado esa misma decisión y mientras el intentaba encontrar un chofer sin pasajeros a bordo, el agua estaba inundando las calles…”