Ejemplos de quimiorreceptores
Si analizamos los sentidos y los fenómenos captados por el organismo humano podremos llegar a comprender el concepto de quimiorreceptor y a reconocerlo a nivel práctico.
De acuerdo a la teoría, esta noción identifica a cada receptor de carácter sensorial que tiene la capacidad de convertir a un estímulo químico, tanto interno como externo, en un potencial de acción (como los receptores olfativos y los gustativos). En otras palabras, puede decirse que un quimiorreceptor es un receptor que puede capturar del ambiente (por contacto o bien a distancia) determinada información de índole química (la cual puede proceder de moléculas que se encuentran disueltas en alguna sustancia o de moléculas volátiles) que luego transmite a las neuronas.
Al hacer foco en el proceso respiratorio del ser humano, es posible advertir la relevancia de los quimiorreceptores, los cuales pueden subdividirse en las categorías de periféricos y centrales en función de su localización.
Los llamados quimiorreceptores periféricos, indican los expertos, entran en funcionamiento por medio de una hiperventilación al advertir que la concentración de oxígeno en el torrente sanguíneo disminuye o bien que el nivel de dióxido de carbono en la sangre se ha incrementado. Estos receptores, señalan los especialistas en la temática, suelen transmitir información mediante el nervio glosofaríngeo y el nervio vago.
Los quimiorreceptores centrales, en cambio, se ubican en el sistema nervioso central y ordenan que se aumente la ventilación del organismo cuando advierten cambios en la sangre a raíz de un exceso de dióxido de carbono, por citar una posibilidad.