Ejemplos de reacciones de descomposición
Los científicos que experimentan en el marco de un laboratorio con diversas sustancias para, por ejemplo, descubrir nuevos compuestos o investigar cómo reacciona un elemento en contacto con diversos factores, definen a las reacciones de descomposición como respuestas que derivan en el surgimiento de al menos un par de sustancias de estructura simple a partir de la desintegración química de un determinado compuesto.
De tener como punto de partida una cantidad de agua oxigenada (una sustancia muy común en los botiquines caseros por servir como desinfectante y ser aprovechada por sus propiedades antisépticas), por citar un caso posible, se podrán llevar a cabo distintos procesos y trabajar con múltiples catalizadores para lograr las ya citadas reacciones de descomposición. Al respecto, se puede decir que al poner agua oxigenada en un frasco de vidrio transparente o en un recipiente de metal que esté expuesto a rayos de luz se produce una reacción de descomposición que, en un breve periodo de tiempo, genera que en el envase quede simplemente agua y se desprenda oxígeno al ambiente.
Por otra parte, indican los especialistas en este tipo de cuestiones, es posible analizar una reacción de descomposición al exponer el carbonato cálcico a una temperatura elevada, un fenómeno que desemboca en la aparición, por un lado, de óxido de calcio sólido y, por otro, de dióxido de carbono en estado gaseoso. En éste, como en el resto de los casos referentes a reacciones de descomposición, se advierte que un compuesto termina dividido en varias sustancias por acción de estímulos o factores que varían de acuerdo a cada experimento.