Ejemplos de remedios
Es usual que, en idioma español, aprovechemos el concepto de remedio como sinónimo de medicamento o fármaco. Esta palabra que tiene origen en el vocablo latino remedĭum, de todas formas, tiene un significado amplio y, por lo tanto, numerosas interpretaciones.
En ciertos contextos, un remedio es una rectificación o enmienda (“Si no remedio mi error pronto, tendré reproches por parte de mi madre”), así como en otros aparece para dar idea de solución o auxilio (“Este muchacho no tiene remedio: sigue rebelde e irresponsable como cuando era adolescente”).
Más allá de hablar, en la vida cotidiana, de remedios para la tos, remedios para el dolor de cabeza, remedios caseros, remedios para la congestión nasal, remedios para el dolor de garganta y remedios naturales para combatir múltiples dolencias, por citar algunas de las alternativas más comunes, es frecuente utilizar la noción para desarrollar expresiones y hacer alusión a cuestiones que no guardan relación directa con el ámbito de la Medicina o que directamente no hacen foco en este significado.
Por citar un ejemplo concreto: a veces se pronuncia la idea de “Santo remedio” para indicar que la solución encontrada es efectiva. (“Le hago escuchar sus canciones preferidas al momento de acostarlo y santo remedio: se queda toda la noche durmiendo en su cuna sin llorar”). Asimismo, está muy extendida y se usa con asiduidad la frase que asegura que “es peor el remedio que la enfermedad”, tal como sucede también con la afirmación que reza: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.