Ejemplos de reptiles
Las tortugas (como la falsa carey, la laúd y la denominada tortuga cabeza de víbora), los lagartos, la familia de los tuátaras que habita en áreas cercanas a Nueva Zelanda, las serpientes y los cocodrilos no sólo comparten su condición de animales sino que también tienen en común su pertenencia al grupo de los reptiles.
Este término originado a partir del vocablo en latín reptĭlis sintetiza en una sola palabra el hábito de desplazamiento de estos seres de gran capacidad pulmonar y piel dura que se arrastran (es decir, reptan) para ir de un espacio a otro.
Se trata de un conjunto compuesto por criaturas vertebradas que comenzaron a poblar el planeta en la era Pérmica y que, a diferencia del ser humano, no caminan en dos patas. A estos animales que suelen ser ovíparos, por lo tanto, no se los suele apreciar a lo alto sino a lo ancho, ya que a la hora de trasladarse se deslizan con su vientre cerca del suelo, aún cuando existen reptiles con extremidades fuertes y poderosas.
La culebra, el caimán, el galápago, la iguana y la lagartija son otros de los seres que forman parte del conjunto de los reptiles, en el cual se pueden hallar ejemplares capaces de vivir en tierra firme y otros que subsisten en el agua. Algunos, dicen los expertos que estudian los comportamientos y costumbres de los reptiles, se alimentan de carne, pero otros son herbívoros y suelen tragar rocas para hacer más sencillo el proceso de la digestión.