Ejemplos de residuos orgánicos
Cuando se clasifica la basura para determinar si se trata de desechos que se pueden, o no, recuperar o reutilizar, entran en juego las categorías de residuos orgánicos e inorgánicos. Ambos suelen generarse en un ámbito domiciliario pero no surgen del mismo modo ni ofrecen las mismas posibilidades de tratamiento. En esta ocasión, como el título de este artículo lo adelanta, describiremos a los residuos de carácter orgánico y mencionaremos algunos desperdicios de este conjunto a modo de referencia.
Dicen los encargados de analizar la basura que un desecho orgánico es todo material de procedencia biológica que, en otros tiempos, supo ser parte de un organismo o fue producido por un ser vivo. Otro dato importante a tener en cuenta es que esta clase de residuos puede, a su vez, integrar el grupo de los residuos peligrosos si existe riesgo de provocar una enfermedad de carácter infeccioso: en este caso, es fundamental extremar las medidas de manipulación y descarte para evitar riesgos y problemas.
Las heces de todos los animales, la sangre, los pañales y toallas femeninas ya usados, las plumas desprendidas del cuerpo de un ave, las espinas de los pescados, la orina, el pelo o cabello, las uñas, las hojas que caen de un árbol, las flores secas de una planta, los huesos, las cáscaras y restos de los alimentos (como ocurre con las frutas, los sobrantes de las verduras, los cascarones del huevo, etc.) y las ramas de la vegetación son algunos de los desperdicios nucleados dentro del conjunto de los residuos orgánicos.