Ejemplos de resolución de conflictos
En todas las circunstancias, cualquier conflicto debería resolverse por una vía pacífica pero esto no siempre sucede. Si bien lo ideal es solucionar todo por medio del diálogo, en la práctica muchas veces la violencia se interpone y surgen así agresiones, situaciones tensas y disturbios que pueden generar desde daños materiales hasta tragedias con pérdidas de vidas humanas.
Claro que no siempre la resolución de un conflicto queda bajo responsabilidad de los involucrados: en ciertos contextos, entra en juego una tercera parte, denominada mediadora, que busca destrabar el problema y lograr que las partes lleguen a un punto en común que les permita arribar a una solución.
Las negociaciones y las mediaciones judiciales, por ejemplo, son útiles cuando se necesita intervención externa en el marco de un enfrentamiento. Los conflictos, como se deduce de la práctica, pueden desencadenarse por infinidad de motivos en toda clase de ámbito y tener una menor o mayor gravedad, así como también puede variar su duración.
Es posible reconocer, por describir algunos de los más comunes a nivel mundial, conflictos familiares (que pueden resolverse en privado, agravarse, llegar hasta un tribunal), conflictos laborales (que puede enfrentar a un trabajador con uno o más jefes o bien a un gremio con una empresa), conflictos sociales (los cuales pueden llegar a exigir la intervención de fuerzas de seguridad), conflictos ambientales (problemas que surgen por ciertas prácticas que atentan contra la armonía del medio ambiente y generan entre la población y los dirigentes o incluso entre los miembros de una misma comunidad una lucha de intereses) y conflictos internacionales (entre dos o más naciones).