Ejemplos de respiración traqueal
No todos los seres vivos respiramos del mismo modo. Por esa razón, resulta interesante aprender cuántas clases de respiración existen y cómo son esos procesos que le permiten a distintos organismos sobrevivir. Hoy, a fin de ayudarlos a ampliar sus conocimientos, les proponemos conocer detalles de la respiración de carácter traqueal.
En primer lugar, resulta interesante recordar que la tráquea es una porción del cuerpo que está comprendida entre la laringe y los bronquios. Los expertos en Zoología, por su parte, la reconocen como parte de los tubos aéreos vacíos que se ramifican y que, en insectos y diversas especies articuladas, constituye el sistema respiratorio de dichos especímenes. En este proceso respiratorio que involucra a la tráquea (la cual toma contacto con el entorno por medio de poros denominados espiráculos), el traslado de gases se realiza de forma independiente en relación al aparato circulatorio, razón por la cual los fluidos circulatorios no conservan oxígeno.
Ahora que ya leyeron los principales aspectos de la respiración traqueal, seguramente se pregunten qué organismos presentan esta modalidad respiratoria. A juzgar por el análisis de los especialistas en la materia, estamos en condiciones de señalar que los ácaros, los opiliones (llamados, de manera común, segadores o murgaños), las cucarachas, las hormigas y las langostas son algunas de las especies que desarrollan la respiración traqueal. Un caso especial es el de los onicóforos, un conjunto de invertebrados de hábitat terrestre que están relacionados con los artrópodos y cuentan con un aparato traqueal en el cual los espiráculos jamás se cierran, un sistema que, desde la perspectiva de los expertos, es similar y al mismo tiempo distinto respecto al que poseen los insectos y arácnidos.