Ejemplos de respuestas motoras
Todo organismo vivo, de tener todas sus capacidades en pleno funcionamiento, es capaz de generar respuestas motoras frente a determinados estímulos. Se trata de reacciones basadas en el movimiento de, al menos, una parte del cuerpo.
En este marco, hacer foco en los reflejos que un ser humano tiene desde el momento de su llegada al mundo permite comprender sin mayores complicaciones qué es y cómo se desarrolla, en definitiva, una respuesta motora. Si a un recién nacido se le aplica presión con cualquier objeto en la palma de su mano, por describir una posibilidad, seguramente se produzca inmediatamente la respuesta motora basada en el cierre de dicha mano a fin de atrapar aquello que hace contacto con su piel. De igual modo, si a alguien (de cualquier edad) le cae agua hirviendo o alguna sustancia similar de temperatura elevada en su brazo o pierna, inmediatamente reaccionará, como respuesta al dolor por la quemadura, corriendo la parte que ha estado expuesta al calor.
Los neurólogos, asimismo, suelen evaluar las respuestas motoras de los pacientes y sacar conclusiones sobre el estado de cada uno en base a la escala de Glasgow, que permite estudiar también la capacidad de apertura ocular y las respuestas verbales. En este sentido, si quien recibe atención médica puede obedecer una orden, reaccionar frente a un estímulo y mover todas sus extremidades sin mayores dificultades y de manera consciente, se podrían descartar gracias a la medición de la escala de Glasgow determinadas patologías tanto traumáticas como no traumáticas.