Ejemplos de retrato
Se conoce como retrato (palabra con origen en el vocablo latino retractus) a la obra artística que permite imitar o reproducir la imagen de un ser vivo (generalmente, una persona). Los retratos, en la mayoría de los casos, se logran en los campos de la pintura y la fotografía, aunque cabe resaltar que también hay esculturas que se pueden considerar retratos por centrarse en el rostro y las expresiones faciales de alguien.
Si uno profundiza al respecto, descubrirá que, en función del desarrollo, el alcance y el origen de cada retrato, es posible encuadrarlos en las categorías de retrato robot (o hablado), retrato literario, retrato pictórico, retrato fotográfico o de retrato escultórico, así como se puede además tener en cuenta cada plano para especificar qué retrato se busca o se observa. En este sentido, es posible hacer alusión a los planos enteros (o planos figura), al plano americano (o plano medio largo), al plano medio, al plano medio corto, al primer plano, al retrato con primerísimo primer plano y al retrato con plano detalle.
Los autorretratos, por su parte, son aquellos que los artistas elaboran en base a sí mismos, logrando dibujos o textos minuciosos que reflejan cada detalle de la persona en cuestión. Sandro Botticelli, Alberto Durero, Rembrandt, Vincent van Gogh y Paul Cézanne son algunas de las personalidades que, a lo largo de la Historia, se animaron a confeccionar autorretratos.
De indagar en retratos que alcanzaron cierta notoriedad y aún hoy son recordados a nivel internacional, entonces deberemos dirigir nuestra atención hacia el Retrato del Marqués de San Adrián que desarrolló, en 1804, el pintor español Francisco de Goya y hacia el Retrato de la tía Pepa realizado, en 1896, por Pablo Picasso, por ofrecer algunas referencias.