Ejemplos de romanticismo
Varias son las interpretaciones aceptadas por la Real Academia Española (RAE) para el concepto de romanticismo. Es tan válido destinar este término a la identificación de un movimiento de principios del siglo XIX que le dio importancia a los sentimientos por sobre los preceptos y reglamentos clásicos como usar la idea para describir a quien actúa de manera romántica o sentimental.
Al pensar en el Romanticismo como escuela o corriente artística adquieren importancia disciplinas como la pintura, la arquitectura, la filosofía y la literatura. En Alemania, brillaron durante ese tiempo pintores como Caspar David Friedrich y Philipp Otto Runge, así como también el compositor Ludwig van Beethoven y los poetas Friedrich Hölderlin, Heinrich Heine y Johann Wolfgang von Goethe.
Por otra parte, es posible hacer referencia al “romanticismo oscuro”, una expresión originada en base al movimiento de carácter filosófico conocido como trascendentalismo que nació en Estados Unidos entendido como un subgénero literario. De igual modo, se pueden encontrar en el mundo de las letras ejemplos en español de títulos que incluyen este vocablo, tal como ocurre con la novela “Romanticismo”, creada por el autor madrileño Manuel Longares.
Lejos de estas cuestiones artísticas, en la vida cotidiana solemos aplicar la noción de romanticismo desde la perspectiva sentimental y en un marco de conquista amorosa. “Me seduce su romanticismo”, “No quiero que perdamos, con el correr de los años, el romanticismo de nuestros primeros meses de pareja”, “Si no hay romanticismo, no puede haber pasión” y “A veces hay que dejar de lado el romanticismo y darle racionalidad al asunto” son parte de las oraciones que demuestran cómo se aprovecha, a diario, la idea de romanticismo.