Ejemplos de ruido
A diario incluimos en nuestro vocabulario la palabra ruido (término derivado del latín rugĭtus) para hacer referencia a aquellos sonidos que nos incomodan, nos provocan rechazo y que, en ocasiones, nos fastidian por no dejarnos desarrollar nuestras actividades con normalidad. Sin embargo, pocas veces reparamos en su significado y en aquellas situaciones que, en verdad, son disparadoras de ruidos. Por esa razón, hoy repasaremos ciertos episodios para poder enmarcar con precisión el alcance de esta noción.
Muchas bocinas de auto sonando al mismo tiempo en una avenida, por ejemplo, puede convertirse en un ruido insoportable para los comerciantes de la zona, así como despertarse sobresaltados porque el vecino quebró el silencio a la madrugada con golpes de martillo puede ser motivo de una denuncia por ruidos molestos.
Un vaso que se cae al piso, por su parte, genera un ruido agudo al romperse, mientras que una puerta que se cierra con violencia como consecuencia del viento provoca un ruido grave.
Los ruidos, a diferencia de los sonidos (los cuales surgen por un movimiento vibratorio y son detectados por el oído de los animales como una señal armoniosa) pueden asustar según sea su potencia o el grado de distracción que posea el individuo al detectarlo y hasta interrumpir una comunicación al contaminar el proceso e impedir que el receptor comprenda el mensaje.
Cuando hay una tormenta, por ejemplo, las gotas de lluvia emiten un sonido característico al caer sobre determinados elementos. Los truenos, en cambio, son tan poderosos que muchas veces provocan ruidos intensos que hacen vibrar a los vidrios de las ventanas y atemorizan a las personas.