Ejemplos de semillas
Para que una planta crezca y se desarrolle, se necesita una semilla. Esta palabra, que se utiliza mayormente en el campo de la Botánica pero también se aprovecha en otros contextos, identifica a una porción del fruto de las plantas fanerógamas donde se localiza el embrión. A nivel general, este concepto se utiliza para marcar el inicio u origen de algo: una idea, una iniciativa, un proyecto, un invento…
De analizar los significados, alcances y aplicaciones que posee esta noción, es posible encontrar múltiples categorías que permiten aprender más al respecto y saber qué particularidades presenta cada semilla en base a su origen, sus rasgos distintivos, su utilización, etc.
Hay, por mencionar dos casos puntuales, semillas verdaderas (naturales) y semillas sintéticas (con embrión somático, trabajadas en el plano de la Biotecnología), así como también generan interés las semillas secas y las semillas germinadas (constituyen un alimento nutritivo rico en vitaminas).
Entre las semillas que a diario se consumen a nivel internacional aparecen, entre las variedades más comunes, las de girasol (a las cuales usualmente se define como pipas), las de sésamo (muy utilizadas en panes) y las de mostaza (destinadas a la elaboración de salsas o condimentos).
Otras clases de semillas que diversifican al producto y algunos ejemplos de uso genérico del término: semillas de chía, semillas de lino, semillas de pepino, semillas de limón, “Estos próceres dejaron una semilla que debería marcar el camino a seguir para tener buenos frutos en el futuro”, “Me da pánico la película ‘La semilla del diablo’”.