Ejemplos de semirrectas
Cuando uno estudia o por alguna razón pone el foco de su atención en el campo de la Geometría aparecen, entre otros elementos útiles de trabajo, las semirrectas.
Con este nombre, según se advierte al buscar información al respecto, se conoce a todos los fragmentos que pueden marcarse dentro de una línea recta. Tal como lo adelanta la misma palabra: medio/a (semi) recta.
Una semirrecta, por lo tanto, tiene un origen y una dirección, que puede ser para cualquier lado del plano. Para marcar su inicio se elige un punto en particular que forme parte de la recta sobre la cual se extrae la porción y desde allí se elegirá si se la extiende hacia el infinito con orientación derecha o izquierda.
Hay que tener en cuenta que, si en una recta cualquiera, se establece un punto de partida y otro que marque su final, no se estará seleccionando una semirrecta sino un segmento, con extensión variable de acuerdo a la decisión de quien lo marque pero, en definitiva, con principio y fin.
Más allá de la importancia de conocer la teoría y recordar la definición para poder identificar y diferenciar a las semirrectas frente a otros elementos, es interesante saber qué aplicaciones prácticas puede llegar a tener una semirrecta. Por eso en esta ocasión les presentaremos a los ángulos como parte de los espacios en los cuales adquieren protagonismo estas líneas.
Un ángulo, cualquiera sea la medida que posea, está compuesto por un par de semirrectas que nace en un mismo vértice. En figuras como el cuadrado y el triángulo, por mencionar dos a modo de reerencia, aparecen distintas clases de ángulos.