Ejemplos de sermones
Los sermones, en la vida cotidiana, no se limitan a ser discursos religiosos que una autoridad eclesiástica desarrolla ante los fieles para predicar y fomentar doctrinas sino que se extienden a toda la perorata extensa, insistente y aburrida que alguien le dirige a otro a fin de reprenderlo y/o disciplinarlo.
Según el Evangelio, por describir un caso concreto a modo orientativo, Jesús dio frente a una multitud el Sermón de la montaña o el monte. Por otra parte, cada vez que en la ciudad española de Valladolid se celebra la Semana Santa, una de las actividades típicas es el denominado Sermón de las Siete Palabras, el cual está precedido por un pregón a caballo que recorre diferentes rincones de la localidad.
Distinto a ellos es el denominado “Sermón funerario y oración”, tal como se conoce en español al título de un texto húngaro de gran antigüedad que se atesora desde 1813 en la ciudad de Budapest.
Años atrás, por otra parte, fue noticia mundial el pastor estadounidense Zach Zehnder debido a que, con un sermón que se prolongó por 53 horas y 18 minutos, consiguió marcar un récord Guinnes, dejando atrás a Vickrant Mahajan, quien había ofrecido un sermón que duró 48 horas y 31 minutos.
En la vida cotidiana, en tanto, los adolescentes se suelen quejar a menudo de los “sermones” que les dan sus padres cuando tienen comportamientos inadecuados o hacen algo que, para sus mayores, no es apropiado. Por ejemplo: “Mi padre me dio un sermón porque llegué tarde a una cena familiar”, “Por no ordenar mi habitación, tuve que soportar un sermón interminable de mi madre”.